El equilibrio, es uno de los puntos más olvidados a la hora de realizar el entrenamiento físico, siendo de gran importancia su realización para mejorar tu propio entrenamiento y para evitar sufrir ciertas lesiones.

El equilibrio del cuerpo se basa en tres pilares fundamentales, la vita, el oído y el sistema musculoesquelético.

Podemos diferenciar dos formas de trabajar nuestro equilibrio, en estática y dinámica, pudiendo obtener diferentes resultados según la forma que practiquemos.

Si trabajamos nuestro equilibrio de forma estática, sobre todo vamos a buscar mejorar la estabilidad de nuestro cuerpo, dando lugar a que trabajemos diferentes grupos musculares que de forma normal no trabajaríamos, ya que estos se encargan principalmente de estabilizar nuestro cuerpo y no de moverlo. Al mismo tiempo, también podemos preparar nuestro cuerpo para soportar diferentes estímulos externos que podrían producir lesiones, para que, en respuesta de estos, el cuerpo se active y evite el mecanismo lesional (un ejemplo sería el trabajo de propiocepción tras un esguince de tobillo).

Si trabajamos nuestro cuerpo de forma dinámica, sobre todo vamos a trabajar una mejora postural y técnica a la hora de realizar la actividad deseada. Siendo que al activar nuestra musculatura estabilizadora evitaremos posturas incorrectas y mejoraremos la eficiencia de la actividad realizada.

También podemos trabajar nuestro equilibrio, o aumentar la intensidad de nuestro entrenamiento, suprimiendo alguno de los pilares que nos ayudan a mantener el equilibrio, cambiando nuestra superficie de trabajo por una de mayor inestabilidad o incluso provocando inestabilidades de forma premeditada.

Los principales beneficios de trabajar el equilibrio son:

-Mejora la coordinación de tus movimientos. Por lo que facilita la capacidad de reacción ante un traspiés.

-Ayuda a que los movimientos sean más eficientes en su ejecución. De esta manera, favorece no sólo la mejor ejecución de tu entrenamiento de fuerza, sino que previene lesiones.

-Fortalece el sistema neuromuscular y aumenta la estabilidad del cuerpo. Fundamental esta estabilidad en el núcleo central del cuerpo para nuestro día a día y el rendimiento deportivo.

-El equilibrio dinámico mejora la fuerza de tus músculos que buscan mantener la estabilidad durante el movimiento, y te permite aumentar tu propio conocimiento del cuerpo, tu propiocepción.

 -Aumenta tu potencial y rendimiento deportivo, si tu equilibrio y estabilidad es fuerte, economizas tu energía en la ejecución de los movimientos y facilita la flexibilidad de tus músculos durante el movimiento.

Así que ya sabes, si entrenas tu estabilidad y equilibrio podrás obtener numerosos beneficios para tu cuerpo, con que no lo dudes, ven y muévete con nosotros, te estamos esperando.