En este post hablamos de tres conceptos básicos que te permitirán entender y mejorar tu práctica de yoga.
KURMA-MERU
KURMA Y MERU son dos aspectos de asana opuestos y complementarios.
KURMA significa solidez, soporte fijo. Representa los elementos de la postura que están fijos y sobre los que se apoyan los elementos móviles. MERU es todo aquello que se mueve. Es la parte que se desplaza. Es MERU por excelencia en nuestro cuerpo la columna vertebral, que se denomina MERU DANDA (movimiento-bastón). Toda la práctica intenta una acción sobre MERU DANDA.
KURMA sirve de base y soporte a los movimientos de MERU. Es indispensable un elemento que apoye el resto y permita el movimiento. KURMA y MERU representan fuerzas igualmente vivas. Según la postura que se realiza, KURMA y MERU cambian de lugar.
Así pues, KURMA se sitúa en todas las partes del cuerpo que se apoyan en el suelo, pero también son KURMA otros aspectos que implican estabilidad y solidez, como jalandhara banda, la mirada fija en un punto, el hecho de cogerse un pie, las manos enlazadas o cualquier parte del cuerpo que quede ligada a otra y sirva de apoyo para algún movimiento.
De la misma manera el concepto de MERU puede encontrarse en las posturas estáticas, en las que se supone que no hay movimiento. En estos casos MERU implica la respiración. Así pues, en las posturas estáticas, MERU se localiza en la respiración pero también, si se observa cuidadosamente, se aprecian movimientos del diafragma, caja torácica, abdomen y de forma sutil en la columna vertebral.
Para un buen trabajo de asana, es adecuado, antes de iniciar cada movimiento, concentrarse en las partes que permanecerán fijas y permitir que el movimiento surja realmente “desde el interior”.
Esta técnica de KURA-MERU es uno de los soportes de concentración mental que puede dar gran estabilidad a la postura. Permite conducir el movimiento con el mínimo riesgo y explorar el cuerpo con mayor profundidad. El dominio de la relación KURMA-MERU durante la práctica, permite sobre todo, mejorar el ajuste de los esfuerzos y el aflojamiento de todo esfuerzo inútil, lo que representa realmente un arte en la perfecta ejecución de la asana.
STHIRA-SUKHA:
Âsana significa postura, y se deriva de la raíz sánscrita AS: permanecer, estar, estar sentado, estar establecido.
Los Yoga-Sutra de Patanjali describen âsana como combinación de dos cualidades:
STHIRA, como firmeza y alerta, estabilidad.
SUKHA, o la capacidad de permanecer confortablemente en la postura.
En âsana, la respiración es un elemento esencial y el movimiento debe realizarse dentro de ella, normalmente coincidiendo la extensión con la inspiración, y la flexión con la espiración.
La observación y atención a las sensaciones corporales, emociones, pensamientos, respiración… durante la realización de âsana, no permite buscar el equilibrio entre la estabilidad y firmeza, con la capacidad de permanecer confortablemente en la postura.
VRITTI-STHITT
Desde que empezamos a practicar, sobre todo, hemos aprendido a movilizar lentamente los segmentos del cuerpo asociando naturalmente cada movimiento a la respiración. De manera simplificada, se puede decir que las aperturas del cuerpo se asocian a la inspiración y los cierres, a la espiración.
Hemos visto conceptos relacionados directamente con âsana, como pueden ser: kurma, que representa el concepto de zócalo, el soporte, y meru, que representa el de movimiento, de posición.
Ahora vamos a descubrir un nuevo concepto dentro de la enseñanza de âsana que nos va a permitir seguir avanzando en nuestra práctica. Se trata de los conceptos sthiti y vritti:
Vritti es el término que designa la fase dinámica, en la cual movilizamos el cuerpo al ritmo de la respiración. Esta fase dinámica es muy importante, pues además de permitirnos llevar la energía o prana a todo el cuerpo, prepara todo el organismo y especialmente los musculos para la fase estatica.
Sthiti la que designa la fase estática. Podemos mantener la postura un numero de respiraciones determinado, en función de las necesidades, capacidades y/o el efecto que busquemos
